CIED CUSCO

DOCUMENTAL “LA CANTUTA EN LA BOCA DEL DIABLO”

Palabras clave: derechos humanos, La Cantuta, secuestro, violencia, subversión.

En la década de 1990 el Perú pasaba por una crisis devastadora, el miedo y el caos venían de años anteriores y durante este periodo solo se había logrado sumar más dolor a la población peruana. El Estado Peruano, en manos de Alberto Fujimori como supuesto garantista de la protección de la ciudadanía, hizo todo lo contrario, acrecentó el terror y en muchas ocasiones fue el responsable de muchas desapariciones y fallecimientos. Durante estos años los derechos humanos de los peruanos fueron vulnerados de forma masiva y sin ningún atisbo de protección, las amenazas venían tanto de los subversivos como del propio gobierno, la población civil fue la brutal víctima de la situación dantesca que se produjo en aquellos años; aún en estos días muchas familias siguen luchando por justicia, aquella que se les fue arrebatada cruelmente.

La película filmada por Amanda González presentada en el año 2011 da un panorama detallado sobre las investigaciones que se realizaron acerca de la desaparición de 9 estudiantes y un profesor de la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle (mayormente conocida como La Cantuta) en los años 90. En el mes de julio del año de 1992 durante una intervención militar el profesor Hugo Muñoz Sánchez y otros 9 estudiantes fueron detenidos violentamente y secuestrados por el Grupo Colina quienes posteriormente se convertirían en sus asesinos.

El documental inicia en un lugar denominado “La Boca del Diablo” en Huachipa, lugar donde ocurrió la matanza de las 10 personas secuestradas de la Universidad de La Cantuta. Posteriormente en los cerros de Cieneguilla, el periodista protagonista, Edmundo Cruz, empieza narrando los objetos encontrados al momento de la exhumación de algunos cuerpos enterrados en fosas en aquella locación. Luego se continúa haciendo un recorrido de cada uno de los lugares que el notable periodista visitó para cubrir su investigación y atar cada cabo suelto y así revelar el crimen cometido de la matanza de las 10 personas.

Casi un año después del secuestro en La Cantuta, en el mes de abril del año de 1993, el Grupo Comaca (parte del ejército) mediante carta anónima describe detalle a detalle los hechos, integrantes y autoridades que participaron en el crimen de los desaparecidos, dando por primera vez la noticia de que aquellas 10 personas desaparecidas habían sido cruelmente asesinadas. La carta es enviada a Henry Pease, congresista de la República en aquel entonces; horas después de recibida, Pease realiza la denuncia pública frente al pleno sobre el asesinato del profesor y los 9 alumnos a manos de un grupo militar, indicando cómo, cuándo y dónde ocurrieron los hechos, la intención clara fue poder convencer al hemiciclo que debía conformarse una comisión e iniciarse una investigación respecto la denuncia.

Edmundo Cruz además de visitar instituciones y lugares propios de los hechos, dedica partes del film para poder dar espacio a las familias afectadas por los desaparecidos. Se muestra la entrevista a Raida Cóndor, la madre de uno de los estudiantes desaparecidos que siguió las investigaciones realizadas de forma cercana, el dolor expresado da cuenta la crueldad y el sufrimiento al que fueron expuestos las familias de las víctimas; durante casi un año fueron privados de la información sobre el paradero y el estado de sus parientes, acerca de qué había pasado con ellos y si podrían tener la esperanza de un reencuentro. La investigación realizada por la comisión designada en el Congreso, la cual es cubierta por Edmundo Cruz, saca a la luz los detalles e informa a la población sobre los hechos suscitados, el derecho a la verdad de cada uno de los parientes se presenta de forma despreocupada y débil, una clara vulneración por parte del gobierno de aquella época.

El lugar donde se encontraron enterrados los restos del profesor y los 9 alumnos se conoce posteriormente cuando llega un sobre a manos del presidente de la comisión investigadora, Dr. Roger Cáceres, en tal sobre se indicaba el lugar donde estaban algunos restos de huesos y un plano de la ubicación. Posteriormente se dan ciertos detalles sobre los Servicios de Inteligencia del Ejército y el origen del Grupo Colina, tal información determina que dicho estamento militar tuvo la orden de eliminar a ciertas personas por ser presuntos subversivos, que tal actuación se da por este grupo sin tomar en cuenta los derechos humanos y que esa actividad fue puesta por parte del gobierno como represión ante la subversión terrorista, la práctica y política estatal de Fujimori para enfrentar la actividad insurgente fue responder la violencia con más violencia.

Justo Arizapana, el responsable de haber realizado el plano otorgado al Dr. Roger Cáceres sobre la ubicación de los restos de las víctimas, él en su labor de reciclador el 25 de abril de 1993 se quedó a dormir en lo alto de la quebrada de Chavilca, en Cieneguilla, para cuidar los plásticos y cartones que iba a reciclar. Es a media noche que Justo divisa el ingreso de camionetas con militares que descendieron en el lugar y cavaron cuatro fosas donde enterraron objetos y restos del profesor y los 9 alumnos; su testimonio y el plano fueron clave para las investigaciones y llegar a la verdad de los hechos para el posterior arresto de los responsables.

Una vez encontrado los restos, los periodistas encargados de cubrir la investigación como Edmundo Cruz, Ricardo Uceda y José Arrieta, fueron respaldados con protección por el riesgo que tenían al dar conocimiento de los hechos criminales cometidos, tal panorama hace notar el peligro que corrían todos los involucrados en las investigaciones realizadas, en cualquier aspecto se sigue mostrando la vulneración a los derechos humanos, como la libertad de expresión, el derecho a la verdad, la libertad de información. El Estado era partícipe de las amenazas dadas a los civiles y de infundir pánico en la población.

En el documental, Edmundo Cruz con otros colegas realizan una excursión a la ubicación de las fosas, donde se narra la caminata inicial realizada por los periodistas para comprobar la información brindada por Justo Arizapana acerca de los restos humanos enterrados. Una vez comprobado, se llama a las instituciones correspondientes para la realización de la exhumación de los restos de forma pública. El hallazgo en Cieneguilla demostró que había más hechos que debían ser investigados, se encontraron objetos que pertenecían a los desaparecidos, así como huesos y cenizas.

El caso de la Cantuta tuvo muchas personas perjudicadas, acusadas de ser terroristas e investigadas por años mientras se mantenían encerrados y eran torturados por policías y militares. Según testimonios de testigos y familiares, así como estudiantes de la propia universidad de La Cantuta, varios estudiantes eran amenazados y golpeados por los soldados, esto a razón de que se tenía conocimiento que los grupos terroristas como el MRTA y Sendero Luminoso tenían cierta presencia en la universidad. La violencia ejercida por los militares como represión ante la subversión atacaba a cualquier civil, en este caso tomó represalias contra un profesor y 9 alumnos de esta universidad.

Atuncar Cama, integrante del Grupo Colina, en sus declaraciones sobre los casos da cuenta que el estamento solo obedecía órdenes, ningún miembro del grupo tenía conocimiento de las personas que eliminaban, salvo que eran consideradas subversivos y por tal motivo se había ordenado su eliminación.  El Grupo Colina era un estamento con una organización sistemática prudente, una unidad orgánica permanente, con un cuartel general, logística, arsenal y organización económica secreta que realizaba operativos que le eran encargados por el régimen estatal de aquel entonces. 

Durante el film se muestran escenas sobre el juicio y sentencia de Alberto Fujimori como autor mediato de los delitos y los crímenes cometidos, es el año 2009 cuando la justicia de forma tardía condena a Fujimori por los hechos, después de largas investigaciones y reclamos de las familias afectadas. Los restos hallados en Cieneguilla fueron solo de 5 personas de las desaparecidas, de las otras 5 no se tiene conocimiento del paradero de sus restos, lo cual aún es una tarea pendiente del Estado.

Durante la década de 1990 se sufrieron diversos abusos y vulneraciones a los derechos humanos, la labor periodística relatada en este documental detalla uno de los casos más significativos de la violencia ejercida por los militares durante el gobierno de Alberto Fujimori. La lucha por el respeto de los derechos humanos demoró años, donde personas inocentes pasaron meses de sus vidas encerradas por la represión innecesaria del ejército y otras fueron víctimas de la forma más cruel de torturas y maltratos.

Este documental es un valioso aporte para poder comprender que, en la actualidad, las medidas y políticas aplicadas por el entonces régimen estatal no pueden ni deben ser tomadas en cuenta, el respeto de los derechos humanos es el principal motor de un Estado Constitucional de Derecho. El caso de La Cantuta es solo uno de los varios casos que hubo en el Perú durante el gobierno de Fujimori y muchos de ellos siguen sin resolverse.

Por lo ya descrito en la presente reseña, es de vital importancia poder visibilizar los casos pasados sobre vulneración de derechos humanos, su puesta en conocimiento y el reconocimiento de su trascendencia coadyuvan a la lucha contra la puesta en peligro de los derechos en futuras situaciones y en diversos sectores. A veintitrés años de la siniestra década de los 90, la represión violenta militar y policial aún continúa en situaciones de reclamos ciudadanos, un gran número de la población y el Estado aún considera la violencia como la forma adecuada de apaciguar los conflictos. Las muertes de ciudadanos a manos del ejército y la policía solo revelan la poca relevancia y la despreocupación enorme frente al cuidado y protección de los derechos humanos.

El Estado peruano en los ojos de la población solo representa dolor, abuso, desprotección e indiferencia, todo lo contrario a lo que un Estado Constitucional de Derecho debería representar. Por lo que, según el juicio de quien escribe esta reseña el factor violencia sigue presente en la política estatal, donde a cambio de un poco de orden se violentan e irrespetan los derechos humanos, lo cual resulta contraproducente; considerando lo ocurrido en La Cantuta en el año de 1993 y diversos casos parecidos, el respeto de los derechos humanos no debe interrumpirse por ninguna circunstancia.

Referencias

Tvcultura (2016). La Cantuta en la Boca del Diablo . Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=_R8AZ-cmmS4


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